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Infancia y creatividad

jueves, 23 de junio de 2011

jugar y jugar

Ayer en Explayarte, un niño y una niña –diez años cada cual-, se pasaron toda la tarde jugando. Se encerraron en el escenario, cerrando el telón a modo de cortina de humo. Quisieron aislarse o quizás esconderse del mundo que les rodea. Se dedicaron a crear una historia al más puro estilo Peter Pan.
La mayoría de los adultos pensamos o tenemos la idea que a los diez años estamos prácticamente en la adolescencia. Incluso l@s niñ@s de esta edad, hoy en día, asumen que ya no son infantiles. Su comportamiento está condicionado por esta suposición. Pero esta escena nos demuestra que todavía podemos vivir películas sin complejos.
Oírlos jugar en esa situación me chocó, porque me pareció que estaban jugando como niños de tres años. Los vemos grandes, maduros, mayores, con su ordenador, algunos con el móvil, dominando maquinitas y nuevas tecnologías.
Todo esto me hace reflexionar, el porqué de esa sorpresa, por qué damos por sentado que a esta edad ya no tenemos acceso al imaginario infantil.
Creo que no me equivoco cuando pienso que gran parte de esta falta viene del consumismo, de su publicidad y su sistema económico. El sistema de mercado quiere que crezcan para que entren cuanto antes en los mercados de la moda, las marcas, los móviles, los cantantes y una larga lista de merchandasing que querrán consumir en cuanto accedan de pleno a él. También los padres y madres hemos desvirtuado el concepto infancia por sometimiento a la misma influencia.
En estos últimos días se ha celebrado un congreso de Traumatología en España. Ha sido noticia la voz de alarma de dicho gremio al constatar el aumento de niños y niñas que sufren fracturas que sólo se dan en personas adultas, profesionales del deporte. Demasiada presión en horas de entrenamiento, en nivel y en expectativas.
¿Quién tiene prisa?
Quiero reivindicar la plena infancia para los niños, sin la imposición de un comportamiento adulto, sin presión, sin exigencias de perfeccionismo. Tiempo libre para disfrutar de su imaginación, de una vida en la fantasía.
                   
A continuación, un reportaje interesantísimo de Carl Honoré, publicado en EL PAIS hace algunos años. Muy recomendable su libro “Bajo presión” editado por RBA.

http://www.elpais.com/articulo/portada/Papa/dame/respiro/elpepusoceps/20081012elpepspor_7/Tes